Ma Yanjun, un carpintero chino de la provincia de Shaanxi, ha construido la placa solar que puedes ver en la foto a partir de botellas de cerveza vacías. Las botellas se apoyan en una tabla en filas horizontales y se conectan entre sí mediante pequeñas tuberías, de modo que el agua fría puede fluir entre los envases y calentarse por el sol. “Lo inventé para mi madre. Quería que se pudiera duchar a cualquier hora cómodamente”, dice el inventor, que promete construir una ducha comunitaria con el mismo sistema para la aldea una vez consiga dinero para comprar todas las cervezas necesarias (y bebérselas).
Las 84 cervezas que ha necesitado Yanjun para montar su placa cuestan en China unos 25 euros, mientras que una placa solar de ese tamaño supera los 2.000 euros. El artesano hizo estas mismas cuentas para concluir que “un calentador solar era demasiado cara para mí, así que se me ocurrió fabricar uno yo mismo”.
Pero más allá del cálculo de costes/beneficios propio de la lógica mercantilista, la vocación del ingenio es altruista. Según Ma Yanjun, “espero que este invento pueda promoverse en todo el país, de modo que las madres de las zonas rurales subdesarrolladas puedan tomar un ducha caliente”.
Las 84 cervezas que ha necesitado Yanjun para montar su placa cuestan en China unos 25 euros, mientras que una placa solar de ese tamaño supera los 2.000 euros. El artesano hizo estas mismas cuentas para concluir que “un calentador solar era demasiado cara para mí, así que se me ocurrió fabricar uno yo mismo”.
Pero más allá del cálculo de costes/beneficios propio de la lógica mercantilista, la vocación del ingenio es altruista. Según Ma Yanjun, “espero que este invento pueda promoverse en todo el país, de modo que las madres de las zonas rurales subdesarrolladas puedan tomar un ducha caliente”.
Sentenciamos: Enseñanza para el Imperio del Centro: aprovechar el clima en vez de modificarlo
Una señora de Ecuador que vive en zonas rurales, para tener agua caliente, ponen sobre el piso de la azotea una larga manguera negra enrollada en espiral y expuesta al sol.
Un molino de viento de 25 euros con material de deshecho
Un estudiante británico ha desarrollado un generador de energía eólica de bajo coste, especialmente orientado a los países en desarrollo. A partir del imán de una Vespa, una batería de un Ford Fiesta y varias piezas de madera y metal y con un coste aproximado de 25 euros, Max Robson ha fabricado un prototipo capaz de producir 11,3 vatios, suficientes para iluminar una bombilla durante 63 horas o hacer funcionar una radio durante 30. Según el joven inventor de la Universidad de Portsmouth, la turbina puede fabricarse en un solo día sin apenas conocimientos de electrónica.
En el artículo confunden los watios (potencia) con los watios hora (energía). Con 11,3 w podrá encender una bombilla de 11 watios tantas horas como esté el aparato en marcha
Frente a los grandes sembrados de molinos de viento que emulan el modelo energético actual, el prototipo inglés es un ejemplo de energía distribuida descentralizada
Peladora de cacahuates
http://www.fullbellyproject.org/products.php
http://video.google.com/videoplay?docid=-1565127948431227195&q=full+belly+project
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